San Luis Potosí vuelve a colocarse en la ruta del conocimiento aplicado con la creación del nuevo Laboratorio de Análisis Cineantropométrico y de Simulación de Diseño, un espacio donde la ciencia se vuelca hacia la vida cotidiana para preguntarse, con rigor y sensibilidad, cómo habitamos el mundo y cómo el mundo podría adaptarse mejor a nosotros. El proyecto, liderado por la investigadora Claudia Ramírez Martínez, nace bajo el impulso sostenido del Copocyt y abre una puerta fresca para comprender la relación entre el cuerpo humano, el movimiento y los objetos que usamos día a día.
En el corazón de este laboratorio se encuentra una pregunta fundamental: ¿cómo validar diseños que realmente respondan a las necesidades de las personas? Ramírez detalla que la nueva infraestructura permitirá medir proporciones, estudiar gestos, analizar dinámicas corporales y, a partir de ello, construir soluciones ergonómicas más humanas. No se trata solo de ciencia en abstracto, sino de un cruce entre diseño, salud y experiencia cotidiana.
El laboratorio también ofrece una oportunidad para replantear cómo concebimos los entornos que habitamos. Desde un asiento escolar hasta una herramienta de trabajo, cada objeto tiene una historia silenciosa acerca de cómo se usa y cómo podría usarse mejor. Con este proyecto —fortalecido por el financiamiento del Copocyt— los investigadores contarán con un espacio capaz de convertir intuiciones en datos y datos en mejoras tangibles.
Este impulso científico responde a una visión más amplia del Gobierno del Estado, encabezado por Ricardo Gallardo Cardona, que apuesta por una infraestructura de investigación más competitiva y con sentido social. El apoyo sin límites, como lo han llamado las instituciones involucradas, busca que las y los investigadores potosinos encuentren en su propio territorio las condiciones para innovar y transformar.
Así, el nuevo laboratorio no es solo un logro académico: es una afirmación del papel que puede jugar la ciencia en la salud, la ergonomía y la calidad de vida de las familias. En cada medición, en cada simulación, late la posibilidad de un estado más preparado para diseñar su propio futuro.
