En la vasta historia de los alimentos mexicanos, pocas semillas han acompañado tan silenciosamente a las comunidades como el guaje. Desde esa raíz profundamente arraigada nació “Guajerines”, una botana desarrollada por Miguel de Jesús Cortés Pizaño, estudiante de Ingeniería en Alimentos de la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca. Su propuesta, reconocida en la ExpoCiencias San Luis Potosí 2025, reivindica la capacidad de la ciencia joven para dialogar con la tradición y transformarla en nuevas formas de nutrición.
El proyecto parte de un interés por atender una necesidad urgente: ofrecer alternativas saludables ante la prohibición de productos chatarra en escuelas. Cortés Pizaño encontró en la semilla del guaje un potencial inesperado. Rica en antioxidantes, resistente al enranciamiento y con un notable aporte proteico y de fibra soluble, esta materia prima permitió construir una botana que responde tanto a criterios nutrimentales como a una visión más humana de la alimentación cotidiana.
Aquel primer experimento académico pronto se volvió un trabajo mayor. El estudiante y su equipo analizaron la composición del guaje, experimentaron con harinas de maíz y ajustaron proporciones hasta obtener una fórmula equilibrada. Ese proceso artesanal, sostenido desde noviembre de 2024, ha sido también una lección de persistencia: aunque el equipo inicial se redujo, Miguel continuó el proyecto como parte de su tesis, acompañado por sus asesores.
El reconocimiento obtenido no es casual. “Guajerines” no solo ofrece un valor nutrimental considerable, sino que parte de una reflexión sobre los hábitos alimentarios en México, uno de los países con mayor consumo de comida chatarra. La botana, además, ya inició su camino hacia la comercialización y la protección intelectual ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, un paso crucial para asegurar su desarrollo futuro.
Detrás del empaque de papel que resguarda cada porción de 50 gramos existe una historia de investigación, disciplina y mirada crítica. La advertencia sobre el consumo excesivo de fibra es un recordatorio de que incluso los alimentos más nobles requieren equilibrio. Hoy, mientras el proyecto se prepara para seguir creciendo y representar a San Luis Potosí en competencias nacionales, queda claro que la innovación también germina en las semillas más humildes.









