El Congreso del Estado de San Luis Potosí ha estrenado un sistema electrónico de votación y registro de asistencia que promete marcar un antes y un después en la dinámica legislativa local.
Se trata de una actualización largamente esperada que moderniza las sesiones ordinarias, donde ahora las decisiones no se toman a mano alzada ni con listas impresas, sino con tabletas digitales y software especializado. Así lo informó el diputado Héctor Serrano Cortés, presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), quien destacó que esta herramienta colocará al Congreso potosino en una mejor posición frente a otros estados más avanzados tecnológicamente.

Más allá de su aspecto funcional, esta implementación representa un paso importante en la profesionalización de los procesos legislativos. Cada una de las 27 diputadas y diputados cuenta con su propia tableta electrónica, lo que permite registrar su asistencia y emitir su voto en tiempo real, con mayor precisión y eficiencia. El sistema fue adquirido a través de un procedimiento de invitación restringida, debido a los requerimientos técnicos específicos, y se perfila como una inversión clave para el fortalecimiento institucional.
La importancia de esta transformación no se limita al ámbito interno del Congreso. Al reducir tiempos, evitar errores de registro y mejorar la trazabilidad de las votaciones, se fortalece la confianza ciudadana en el Poder Legislativo. Además, el uso de herramientas digitales promueve una dinámica más sustentable, al reducir el uso de papel y otros insumos. También facilita el monitoreo externo, pues los datos generados por el sistema pueden integrarse más fácilmente a mecanismos de rendición de cuentas y transparencia.

Con este cambio, el Congreso de San Luis Potosí no solo moderniza su equipamiento, sino que también redefine su relación con el tiempo y la ciudadanía. Deja atrás prácticas obsoletas y da la bienvenida a una forma de legislar más ágil, ordenada y, sobre todo, acorde con los estándares del siglo XXI. La tecnología no suplanta al debate político, pero sí le da un marco más confiable, más claro y más cercano a quienes exigen mejores resultados desde fuera del recinto.