Soledad impulsa adopciones comunitarias para proteger a perros en calle

En una acción inédita y profundamente ciudadana, el Ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez ha comenzado a implementar un programa de adopción animal comunitaria, con el objetivo de dar certeza, seguimiento y protección a perros que viven en la vía pública pero que han sido acogidos por vecinos solidarios. La iniciativa representa un paso clave en la construcción de una política local de bienestar animal con rostro humano.

El programa, liderado por la Coordinación de Ecología municipal, arrancó en la colonia Fidel Velázquez, donde tres perros en situación de calle —“Garras”, “Flaquita” y “Barbas”— fueron formalmente entregados a habitantes que ya cuidaban de ellos. Ahora, estos vecinos forman parte del padrón de cuidadores responsables, un instrumento que permitirá al gobierno local mantener contacto directo, realizar visitas de seguimiento y asegurar que los animales vivan en condiciones dignas.

Lejos de tratarse de una campaña de adopción tradicional, esta estrategia reconoce y formaliza un fenómeno que ya ocurría: personas que, sin obligación legal, decidían proteger a perros callejeros de su entorno. La propuesta municipal transforma ese gesto en una responsabilidad compartida con respaldo institucional, permitiendo que los animales tengan un hogar comunitario y una red de apoyo con perspectiva legal y social.

La titular de la Coordinación de Ecología, Yazmín Luna Barrios, explicó que este programa surge a partir del interés genuino de las y los ciudadanos, quienes han manifestado al gobierno su deseo de proteger a los perros comunitarios. Con esta intervención, se formaliza esa voluntad solidaria y se le da seguimiento desde una estructura oficial, sin quitarle lo espontáneo ni lo afectivo al vínculo.

El plan contempla replicarse en otras colonias donde se ha detectado la presencia de más canes en situación de calle, y donde ya existen familias o personas interesadas en asumir su cuidado. Se trata de una política que, además de cuidar a los animales, fortalece el tejido vecinal, mejora la convivencia, y contribuye indirectamente a la salud pública.

El alcalde Juan Manuel Navarro Muñiz ha respaldado esta acción como parte de una agenda más amplia de compromiso social, donde el bienestar animal no es un tema secundario, sino una causa sensible y urgente. Al acercar a la administración pública con estas formas de organización espontánea, se abre un camino hacia nuevas formas de colaboración entre gobierno y comunidad.

Este programa no solo pone a salvo a perros en abandono. También visibiliza un cambio cultural: el cuidado de los animales ya no es exclusivo de activistas, sino una responsabilidad que muchas personas asumen por empatía, afecto y conciencia social. Con esta política, Soledad de Graciano Sánchez no solo protege a sus animales: también dignifica las manos que los cuidan.

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