Cada diciembre, cuando el frío aprieta y las carreteras parecen llenarse de historias que vuelven a empezar, miles de potosinas y potosinos que viven en Estados Unidos emprenden el viaje hacia su tierra. Este año, la Caravana del Migrante vuelve a tomar forma como un gesto de acompañamiento y protección, y el Gobierno del Estado ha anunciado que reforzará su presencia para garantizar un regreso seguro, ordenado y sin costos ocultos. El Instituto de Migración y Enlace Internacional (IMEI) recuerda que, como ha sido instruido por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, todo el proceso es completamente gratuito y pensado para cuidar a quienes regresan temporalmente al país.
La caravana, más que un movimiento vehicular, es un símbolo de comunidad: familias enteras que avanzan en grupo para evitar riesgos y encontrar apoyo mutuo en el camino. Por ello, el IMEI enfatiza que el registro de vehículos no solo no tiene costo, sino que forma parte de una estrategia para brindar información, asesoría y acompañamiento continuo. Eso sí, las y los participantes deben cumplir previamente con los trámites correspondientes a la importación temporal de vehículos, mercancías, mascotas y divisas, requisitos indispensables para cruzar la frontera sin contratiempos.
El punto de registro se llevará a cabo el 17 de diciembre en el Wal-Mart Super Center ubicado en Brownsville, Texas, un espacio que se ha convertido en punto de encuentro y punto de partida para quienes vuelven al terruño. Desde ahí comienza la preparación formal del viaje, un acto que combina logística, emoción y memoria: cada retorno es distinto, pero siempre guarda algo del primer viaje de ida.
La caravana ingresará a México por el puente Los Tomates, en Matamoros, Tamaulipas, a primeras horas del 18 de diciembre. Se espera que la caravana llegue a San Luis Potosí alrededor de las tres de la tarde, después de un trayecto acompañado por autoridades que velarán por la seguridad del convoy. El IMEI ha reiterado que la vigilancia se mantendrá incluso más allá, hasta los límites con los estados vecinos, garantizando que nadie quede sin respaldo en la última parte del camino.
En tiempos donde las migraciones reconfiguran mapas afectivos y geográficos, la Caravana del Migrante Potosino recuerda que volver también es un derecho. Las instituciones, al asegurar caminos protegidos y trámites claros, se convierten en un puente emocional entre quienes se fueron y la tierra que nunca deja de esperarlos.
