Vuelta a clases sin gastar de más: Profeco lanza guía práctica para ahorrar en útiles y uniformes

Con el inicio del ciclo escolar a la vuelta de la esquina, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió una serie de recomendaciones esenciales para que madres, padres y tutores enfrenten la temporada de compras escolares con inteligencia financiera. En un país donde agosto suele representar un golpe al bolsillo familiar, el llamado de la dependencia no solo es útil, sino urgente.

La primera sugerencia es clara: establecer un presupuesto realista. Saber cuánto se puede gastar sin comprometer otros pagos importantes es el punto de partida para evitar sobreendeudamientos. En este sentido, Profeco insiste en que el consumo sea informado, razonado y sustentable, privilegiando el bienestar económico del hogar por encima de modas o compras impulsivas.

Comparar precios en distintos establecimientos, tanto físicos como en línea, se vuelve una estrategia clave. La herramienta “Quién es Quién en los Precios” permite a los consumidores verificar rangos y hacer elecciones más convenientes. Pero la comparación no solo debe basarse en el precio: también se debe evaluar la calidad, ya que lo barato puede salir caro si se trata de productos que se desgastan o fallan rápidamente.

Otro consejo fundamental es revisar qué materiales del ciclo anterior pueden reutilizarse. Lápices casi nuevos, cuadernos con hojas en blanco o mochilas en buen estado pueden extender su vida útil y representar un ahorro considerable. A esto se suma la opción de comprar en grupo, lo cual puede abrir la puerta a descuentos por volumen en ciertas tiendas.

Profeco también advierte sobre las “ofertas” engañosas. Antes de dejarse seducir por descuentos llamativos, sugiere preguntarse si realmente se necesita ese producto y si el precio es justo. El consumo inteligente no se trata de comprar más barato, sino de comprar solo lo necesario.

Finalmente, se recomienda pensar a largo plazo: los gastos escolares no se limitan al arranque del ciclo. Actividades extracurriculares, festivales, cuotas o materiales especiales pueden presentarse durante el año, por lo que apartar una pequeña cantidad mensualmente puede ser una estrategia preventiva útil. Además, conservar comprobantes de compra y conocer las políticas de cambio o devolución puede evitar dolores de cabeza posteriores.

En tiempos donde la economía familiar enfrenta múltiples presiones, regresar a clases no tiene por qué significar una carga insostenible. Con organización, planeación y consumo consciente, es posible hacer frente a esta etapa sin que tiemble la cartera.

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