La industria del lujo volvió a moverse con fuerza tras el anuncio del Prada Group, que confirmó la adquisición total de Versace por 1 375 millones de dólares. Con este cierre, la emblemática casa fundada por Gianni Versace vuelve a manos italianas después de años bajo el control de Capri Holdings. La operación, que recibió todas las autorizaciones regulatorias necesarias, marca un momento decisivo en la reconfiguración del poder dentro de la moda global.
El acuerdo representa la compra más grande realizada por Prada en su historia reciente. Desde abril de 2025 ya se anticipaba esta maniobra, cuando la firma italiana anunció su intención de adquirir Versace por 1 250 millones de euros, una cifra que quedaría sujeta a ajustes al momento del cierre. Con la negociación concluida, Prada da un paso firme hacia la consolidación de un imperio de lujo cada vez más robusto.
Versace se sumará al portafolio del grupo, donde ya conviven marcas como Miu Miu, y fortalecerá su presencia en el mercado internacional de alta moda. La integración no solo ampliará la influencia del conglomerado, sino que también buscará revitalizar la identidad creativa de Versace bajo una nueva visión estratégica. La convergencia de ambas casas anticipa un diálogo entre dos estéticas italianas de enorme peso histórico.
Durante esta transición, Lorenzo Bertelli —heredero del grupo Prada— asumirá la presidencia ejecutiva de Versace. Su llegada simboliza la intención del grupo por mantener una conducción cercana, cohesionada y alineada con los valores que han definido a la moda italiana durante décadas. La presencia de Bertelli abre un capítulo en el que la juventud y la tradición se encuentran en un punto de inflexión empresarial.
Por su parte, Capri Holdings confirmó que utilizará los ingresos obtenidos para reducir su deuda y reforzar su estructura financiera. Con el cierre de esta etapa, el panorama del lujo internacional se reacomoda una vez más, mientras Prada emerge como un actor capaz de redibujar las fronteras del diseño y la industria.
