Neurohistoria y la Lattice: Del Cerebro como Máquina al universo como mente. 




 Por Dr. Irving Ernesto Cuéllar Pacheco 

Durante siglos, la humanidad ha intentado descifrar el misterio del cerebro. Desde las disecciones de Galeno en la antigua Roma hasta las neuroimágenes del siglo XXI, la historia de la neurociencia ?la neurohistoria? es también la historia de cómo nos entendemos a nosotros mismos.

Pero, ¿y si el cerebro no fuera el origen de la conciencia, sino su traductor? De la materia a la mente

La neurohistoria nos muestra un recorrido fascinante:

– En el siglo XIX, Ramón y Cajal reveló que el cerebro está compuesto por neuronas individuales.

– En el siglo XX, la neurociencia cognitiva propuso que la mente emerge de la actividad eléctrica y química del cerebro.

– Hoy, la inteligencia artificial y la neurotecnología buscan replicar esa mente en máquinas.

Sin embargo, en paralelo a esta historia oficial, surgieron voces que desafiaron el paradigma materialista. Jacobo Grinberg y la teoría de la lattice

Jacobo Grinberg-Zylberbaum, neurocientífico mexicano, propuso una idea radical: existe una red energética fundamental ?la lattice? que sostiene toda la realidad. Según él, el cerebro no genera la conciencia, sino que la decodifica de esta red universal.

La lattice sería como un campo cuántico de información pura. Lo que percibimos como ?realidad? es una interpretación filtrada por nuestro sistema nervioso, moldeada por nuestras creencias, emociones y cultura.

Neurohistoria expandida

Incluir la lattice en la neurohistoria no es un acto de fe, sino de apertura epistemológica. Nos invita a considerar que la conciencia podría no ser un subproducto del cerebro, sino una dimensión fundamental del universo.

Así, la neurohistoria no solo narra el avance técnico de la ciencia, sino también sus límites, sus silencios y sus herejías.

Referencias (formato APA 7):

Grinberg-Zylberbaum, J. (1994). Psicofisiología y potencial humano. INPEC.

Ramón y Cajal, S. (1906). Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados. Madrid: Nicolás Moya.

Sacks, O. (1985). El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Anagrama.

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de © Dog News 2024

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