La Secretaría de Economía de México anunció que en septiembre comenzarán los trabajos internos de revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un proceso que tradicionalmente arranca de forma conjunta en enero de 2026. Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la dependencia, adelantó que esta revisión sectorial busca evaluar detalladamente la experiencia del país con el acuerdo, en un ejercicio de preparación para el análisis trilateral.
Este anuncio llega en un contexto político y económico complejo, luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum lograra un acuerdo para evitar la aplicación de un arancel del 30 por ciento que Estados Unidos había amenazado imponer a productos mexicanos a partir del 1 de agosto. La medida habría afectado gravemente a sectores clave de la economía nacional.
Ebrard resaltó que el gobierno estadounidense ha mostrado interés en entender la estrategia mexicana que permitió frenar estas tarifas, lo que abre una vía para un diálogo más estrecho y la posibilidad de compartir mejores prácticas. De hecho, este mismo martes, junto con la presidenta Sheinbaum, sostendrá una reunión con el Ministro de Hacienda de Canadá, François-Philippe Champagne, para intercambiar experiencias sobre el tratado.
El intercambio cobra relevancia, considerando que Canadá todavía enfrenta aranceles del 35 por ciento que afectan su comercio, mientras México ha logrado evitarlos. Este contraste pone a México en una posición estratégica para ofrecer soluciones y negociar con mayor ventaja en los próximos meses.
El T-MEC, que sustituyó al TLCAN en 2020, ha sido fundamental para mantener el flujo comercial en América del Norte, pero también ha generado tensiones y desafíos en temas laborales, ambientales y de regulaciones que ahora serán revisados a fondo. La revisión que iniciará México busca no solo evaluar lo cumplido, sino ajustar y optimizar la cooperación para que el tratado siga siendo un motor de desarrollo y competitividad.
Este movimiento anticipado de México refleja un claro compromiso con la diplomacia económica y la búsqueda de consensos regionales, marcando un paso proactivo que podría marcar la pauta para las negociaciones formales del próximo año. En un mundo interdependiente, mantener la estabilidad comercial es una estrategia clave para la recuperación económica y el crecimiento sostenible.
Finalmente, esta revisión sectorial anticipada no solo responde a necesidades comerciales sino también a una visión política de fortalecer alianzas, adaptarse a cambios globales y proteger los intereses nacionales en un momento crucial de la economía mundial. México está listo para no solo cumplir con el tratado, sino para influir en su futuro.









