Maratón CDMX 2025: Un Viaje de 42 Kilómetros por la Historia Viva

El domingo 31 de agosto de 2025, las calles de la Ciudad de México se transformaron en un escenario donde el sudor, la historia y la comunidad se entrelazaron en una danza de resistencia y celebración. La edición número 42 del Maratón Internacional de la Ciudad de México Telcel reunió a 30,000 corredores, entre ellos 1,300 atletas internacionales, en un recorrido de 42.195 kilómetros que partió del Estadio Olímpico Universitario y culminó en el Zócalo capitalino. Esta edición no solo fue una prueba de resistencia física, sino también un homenaje a los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, la antigua capital mexica.

La ruta, certificada por la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, llevó a los participantes a través de avenidas emblemáticas como Insurgentes Sur, Paseo de la Reforma y Avenida Juárez. Cada paso resonaba con la historia de una ciudad que, desde sus cimientos prehispánicos, ha sido testigo de innumerables transformaciones. En este contexto, el maratón se erige como un símbolo de continuidad y cambio, donde el presente se encuentra con el pasado en cada kilómetro recorrido.

La ceremonia de premiación, presidida por la jefa de Gobierno Clara Brugada Molina, se llevó a cabo en el Zócalo, epicentro de la antigua Tenochtitlan. En sus palabras, destacó que los corredores son herederos de una tradición que une deporte, historia y comunidad. Esta edición del maratón no solo celebró el esfuerzo físico, sino también la identidad cultural de la capital mexicana, reafirmando su lugar como uno de los eventos deportivos más importantes de América Latina.

Los ganadores de esta edición fueron los etíopes Tadu Abate Deme y Bekelech Gudeta, quienes cruzaron la meta con tiempos de 2:11:17 y 2:28:36, respectivamente. Su dominio en la competencia es testimonio de la excelencia atlética que caracteriza a este evento. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de desafíos. La aparición de baches en la ruta y denuncias de discriminación en la categoría de silla de ruedas señalaron áreas de oportunidad para mejorar la experiencia de todos los participantes en futuras ediciones.

En medio de la competencia, se vivieron momentos de solidaridad y emoción. Un corredor, al cruzar la meta, portó una bandera de Palestina, recordándonos que el deporte también es un vehículo de expresión política y social. Este gesto, capturado por las cámaras, se convirtió en un símbolo de la diversidad de pensamientos y sentimientos que coexisten en la gran urbe.

La medalla entregada a los participantes fue un homenaje tangible a la riqueza cultural de México. Inspirada en la diosa mexica Cihuacóatl, simboliza la fertilidad y la vida, elementos fundamentales en la cosmovisión indígena. Este detalle no solo embellece la pieza, sino que también la convierte en un recordatorio del legado ancestral que sigue vivo en cada rincón de la ciudad.

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