Nueve años después de su partida, Alberto Aguilera Valadez, conocido universalmente como Juan Gabriel, regresa a la memoria colectiva con un documental que promete ser un viaje al corazón de su vida y de su arte. Netflix estrenará el próximo 30 de octubre ‘Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero’, una serie que se alimenta exclusivamente de los tesoros que el artista guardó durante más de cuatro décadas: vídeos, fotografías y audios personales que nunca habían visto la luz.
En dos episodios de poco más de una hora, la serie despliega la narrativa de uno de los ídolos más importantes de México, desde la soledad de su infancia, determinante en su futuro, hasta el icónico y polémico concierto en el Palacio de Bellas Artes. María José Cuevas, directora del documental, enfatiza que la riqueza de este material ofrece una perspectiva sin filtros, un retrato auténtico de un hombre que documentó su vida con meticulosidad casi obsesiva.
“Alberto dejó todo este material para que finalmente se hiciera un documental de su vida, tanto como artista como de la persona. Fue muy privado, pero registró absolutamente todo”, explica Laura Woldenberg, productora, mientras revela que las veinte cajas con más de dos mil cintas, miles de fotos, recortes de prensa y grabaciones de audio constituyen el corazón de esta narración. Cada archivo permite reconstruir su carrera, la relación con su familia, sus hijos y la manera en que enfrentó críticas por su orientación sexual, sin recurrir a fuentes externas.
La elección de no emplear imágenes ajenas responde a un principio claro: el narrador principal es Juan Gabriel mismo, a través de sus archivos; las voces de quienes le rodearon ocupan un lugar secundario, mientras que sus canciones funcionan como una tercera voz que acompaña y enmarca la historia. “Originalmente iba a ser una película, pero el primer corte duraba cinco horas y no podíamos quitar nada. Decidimos contar toda su vida de principio a fin”, añade Woldenberg.
Más allá de la música y el espectáculo, el documental revela la intimidad de un hombre que sabía que “a un cantante no se le debe ver, se le debe escuchar”. Sin embargo, esta serie permite verlo y escucharlo como nunca antes, explorando la vulnerabilidad, la fuerza y la creatividad de un artista que sigue definiendo la cultura mexicana.
Como cierre simbólico, Netflix proyectará el primer concierto de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes en el Zócalo de la Ciudad de México el 8 de noviembre, un homenaje público que celebrará la huella indeleble que dejó en el corazón de millones de admiradores. Este es, sin duda, un encuentro con el Divo que invita a mirar, escuchar y emocionarse de nuevo.









