El avance de la Inteligencia Artificial (IA) está transformando velozmente todos los aspectos de nuestra vida, y la educación no es la excepción. Desde el diseño de actividades hasta la evaluación del aprendizaje, las herramientas basadas en IA están generando nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, como bien señala Jorge Morales Vázquez en su artículo para el Observatorio del Tec de Monterrey, esta transformación no está exenta de retos. El debate sobre cómo, cuándo y para qué utilizar la IA en el aula se ha convertido en una conversación urgente en el mundo educativo.
El principal desafío no es tecnológico, sino pedagógico. El autor destaca que si bien los docentes han incorporado herramientas como ChatGPT o Perplexity en sus prácticas, muchas veces lo hacen sin una guía clara ni estrategias didácticas definidas. Esto puede provocar tanto un uso limitado como un abuso de estas herramientas, lo que a su vez afecta la calidad del aprendizaje. Es indispensable entonces pensar en la IA como un complemento al proceso formativo, no como un atajo ni como una amenaza.
Uno de los puntos más interesantes que plantea Morales Vázquez es la necesidad de repensar el currículo. La IA no solo transforma la forma de enseñar, sino que obliga a reconsiderar qué enseñar. En un mundo donde los algoritmos pueden generar textos, resolver problemas o traducir idiomas en segundos, ¿qué competencias deben desarrollar los estudiantes? La respuesta parece apuntar hacia habilidades críticas como el pensamiento analítico, la ética digital, la creatividad y la capacidad de aprendizaje continuo.
El artículo también llama la atención sobre la urgencia de políticas institucionales claras. No basta con permitir o prohibir el uso de IA: se requieren lineamientos éticos, programas de formación docente y estrategias pedagógicas que aseguren un uso responsable y equitativo. Las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, tienen el reto de actuar con visión y rapidez para evitar que la IA profundice desigualdades o genere confusión en el ecosistema educativo.
Dato curioso: Aunque la IA puede parecer una tecnología de vanguardia exclusiva de contextos avanzados, herramientas como ChatGPT han sido utilizadas en comunidades rurales para mejorar la enseñanza del inglés o generar guías de estudio personalizadas. Esto demuestra que, con creatividad e intención pedagógica, la IA puede democratizar el acceso al conocimiento incluso en contextos con recursos limitados.
Articulo completo:
La IA en el aula y sus desafíos urgentes









