En un momento que quedará registrado en los anales del parlamento alemán, Hanna Steinmüller, diputada de Los Verdes, subió al estrado del Bundestag con su bebé en un portabebés mientras pronunciaba su discurso sobre el presupuesto del Ministerio de Construcción. Según informó el propio parlamento en su cuenta oficial de Instagram, se trató de la primera ocasión en que un miembro del Bundestag intervino en el pleno acompañado de su hijo.

El vídeo del pleno mostró a Steinmüller con su bebé aparentemente dormido, mientras ella mantenía la compostura y la firmeza necesarias para su alocución. Este gesto, sencillo y natural, simboliza la integración de la vida familiar y la política, dejando atrás la imagen tradicional de la política como un espacio exclusivo para adultos sin responsabilidades parentales inmediatas.

Steinmüller, quien anunció el nacimiento de su hijo en diciembre pasado, ya había llevado al bebé al pleno en ocasiones anteriores. Sin embargo, este fue el primer momento en que el infante acompañó a la legisladora en el estrado mismo, sujetado a su vientre y hombros mediante un portabebés, mientras ella abordaba temas de relevancia nacional.

La presidenta del Parlamento, Julia Klöckner, celebró la escena en sus redes sociales, destacando la capacidad de Steinmüller para combinar maternidad y funciones legislativas. Además, esta experiencia motivó al Bundestag a considerar la entrada de bebés al salón de plenos bajo determinadas circunstancias, marcando un precedente en la política alemana.

La importancia de este acto trasciende lo simbólico: evidencia la necesidad de políticas y espacios laborales más flexibles que reconozcan la maternidad y paternidad como compatibles con la vida profesional. Además, envía un mensaje potente sobre igualdad de oportunidades y el derecho de los padres a participar activamente en la política sin sacrificar el cuidado de sus hijos.

Steinmüller, representante de Berlín-Mitte desde 2021, calificó la jornada como “increíble” y adelantó que reflexionará sobre la compatibilidad entre trabajo y familia. Su gesto se ha convertido en un hito que invita a repensar la manera en que los parlamentos y otras instituciones pueden adaptarse a las necesidades de sus miembros con responsabilidades familiares.