La mexicana Gabriela Rodríguez ha cerrado el 2025 con un logro que se inscribe entre los más brillantes del deporte nacional: ocupar el segundo lugar en el ranking mundial de la Federación Internacional de Tiro Deportivo (ISSF), dentro de la prueba de skeet femenil. Su nombre resuena ya no solo en el ámbito latinoamericano, sino en la élite de la precisión y la disciplina mundial.
Con 5 mil 25 puntos acumulados, la tiradora coahuilense se ubica apenas detrás de la estadounidense Samantha Simonton, líder con 7 mil 190 unidades. La diferencia, sin embargo, no opaca la dimensión de la hazaña: Rodríguez ha demostrado un crecimiento sostenido que la coloca entre las figuras más consistentes del circuito internacional.
Detrás de este ascenso hay años de trabajo silencioso y una alianza estratégica con el entrenador italiano Pietro Genga, con quien ha pulido técnica y temple. Bajo su guía, Gabriela obtuvo la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Atenas y el oro en el Campeonato de Tiro Deportivo, victoria que además le aseguró su lugar en los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2026.
Rodríguez no solo encarna el talento mexicano en su máxima expresión, sino la constancia que transforma el esfuerzo en legado. Dos veces olímpica, su figura se erige como referente de una nueva generación de atletas que compiten con serenidad y orgullo, llevando la puntería más allá de las fronteras.
El camino que se abre frente a ella tiene como siguiente parada el Campeonato Mundial de Doha, en Qatar, donde buscará fortalecer su posición y asegurar la ansiada cuota olímpica rumbo a París 2028. Cada disparo, cada competencia, parece acercarla un poco más al destino que ha labrado con paciencia de relojera.
Así, en el silencio que precede al disparo, Gabriela Rodríguez sostiene no solo su escopeta, sino el símbolo de un país que aprende a apuntar alto, con la mirada fija en el futuro y el pulso firme en el presente.
