Un grupo de estudiantes de la UNAM desarrolló Kachi, una aplicación educativa para dispositivos móviles que busca preservar y revitalizar las lenguas indígenas de México, comenzando por el náhuatl. El nombre Kachi, de origen mixteco, significa “decir”, “relatar” o “hablar”, y sintetiza el espíritu de la herramienta: ser un puente entre la tradición y las nuevas generaciones.
Más que una simple app, Kachi es un espacio de reencuentro con la identidad, pensado especialmente para jóvenes migrantes, comunidades que se han desconectado de sus raíces y cualquier persona interesada en la riqueza cultural del país. Su diseño se inspira en el calendario tonalpohualli, donde cada región virtual representa un aspecto de la cosmovisión nahua, acompañado de contenido visual, simbólico y educativo.
Dentro de la aplicación, los usuarios pueden explorar vocabulario, expresiones culturales, recetas, cantos y códices, además de interactuar con personajes con nahuales y desbloquear experiencias lúdicas que premian el avance cultural. Así, la app no solo enseña un idioma, sino que transmite una forma de ver y entender el mundo.
El proyecto, iniciado en agosto de 2024, obtuvo el segundo lugar en el Swift Changemakers Hackathon 2024, organizado por Enactus México, que impulsa a jóvenes a resolver retos sociales mediante tecnología. En un país con más de 60 lenguas originarias, pero donde el 60 % está en riesgo de desaparecer, esta iniciativa se convierte en una herramienta urgente para la preservación cultural.
Kachi está alineada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, incluyendo educación de calidad, reducción de desigualdades y promoción de sociedades inclusivas. Actualmente, sus creadores buscan financiamiento para lanzar la app al mercado este año, ampliarla a la mayoría de los dispositivos móviles y vincularla con comunidades y organizaciones que fortalezcan su alcance.
En un mundo digital dominado por contenidos globalizados, Kachi propone un giro: que la tecnología también sirva para resguardar la memoria de los pueblos, revitalizar las lenguas y tender puentes entre el pasado y el presente, para que las raíces no se olviden, sino que florezcan en cada pantalla.









