En el corazón del Senado de la República, la piedra habló en nombre de millones.
Este 15 de mayo, Día del Maestro, se llevó a cabo una ceremonia solemne para develar la inscripción de una nueva leyenda en el Muro de Honor: “A las maestras y maestros de México por su contribución al desarrollo del país”. Entre los representantes que encabezaron el acto, destacaron con voz firme y presencia comprometida el diputado Cuauhtli Badillo y su suplente en el Senado, Cristian Doig. Ambos tomaron la palabra no solo como funcionarios, sino como ciudadanos agradecidos que reconocen el papel fundamental del magisterio en la construcción del país.
Reconocer a las maestras y maestros es hacer justicia a quienes nos enseñan a pensar, a soñar y a construir un mejor país. Gracias al impulso de trabajadores al servicio y en pro de la educación de calidad en México como Cuauhtli Badillo y Cristian Doig, hoy el magisterio tiene un lugar en el Muro de Honor del Senado. Porque todo empieza con una buena maestra o maestro frente a un grupo de estudiantes.
En el marco de este reconocimiento, se anunció también un aumento salarial del 9%, retroactivo al 1° de enero, más un 1% adicional a partir de septiembre, así como apoyos específicos al gremio docente. La educación pública fue reivindicada como el mayor motor del desarrollo nacional. Este acto no fue solo una celebración, sino un recordatorio: en México, el aula es aún el primer espacio de esperanza, el laboratorio de la democracia y la cuna del pensamiento crítico.
Datos curiosos:
El Muro de Honor del Senado alberga nombres y frases que resumen lo mejor del espíritu nacional. Hasta ahora, ninguna inscripción había rendido tributo al magisterio en su conjunto. Con más de 1.2 millones de docentes en el sistema de educación pública básica, este homenaje reconoce una labor que, aunque cotidiana, moldea el carácter de toda una nación. Cuauhtli Badillo y Cristian Doig fueron claves para impulsar esta iniciativa, que ya forma parte de la memoria legislativa del país.