El deporte vuelve a tender puentes entre naciones. La NFL confirmó que en 2026 regresará a México, devolviendo al público la experiencia única de presenciar un partido oficial de temporada regular en territorio nacional. La noticia se dio a conocer en Londres, donde el comisionado Roger Goodell anunció que la Ciudad de México formará parte de la estrategia global de expansión de la liga.
El regreso no es casualidad: en 2026 se cumplen dos décadas desde aquel histórico 2005, cuando el Estadio Azteca fue escenario del primer partido de temporada regular jugado fuera de Estados Unidos. Ese momento abrió un camino que convirtió a México en uno de los mercados más apasionados y fieles para la NFL, y el retorno coincide con una efeméride que resuena con fuerza en la memoria de los aficionados.
Goodell no ocultó su entusiasmo y subrayó que esta nueva cita fortalecerá la presencia de la liga en el país, donde el fútbol americano tiene un arraigo particular que se refleja en estadios llenos, comunidades de fans y generaciones enteras que crecieron soñando con cascos y emparrillados.
Todavía queda el misterio más esperado: el estadio sede, los equipos protagonistas y la fecha del partido se darán a conocer en los próximos meses. Mientras tanto, el anuncio por sí solo ya despertó expectativa y júbilo entre los seguidores, que ven en 2026 un año destinado a escribir otra página dorada de la NFL en suelo mexicano.
Entre los datos curiosos que orbitan este anuncio, destaca que México es el país con mayor número de seguidores de la NFL fuera de Estados Unidos, con más de 48 millones de aficionados estimados. Además, los partidos disputados en la capital mexicana han llegado a reunir a más de 100 mil personas, convirtiéndose en algunos de los encuentros con mayor asistencia en la historia de la liga.
Más allá del espectáculo deportivo, este regreso simboliza la potencia cultural y emocional del fútbol americano, que ha echado raíces profundas en México. Cada anotación, cada choque de cascos, cada touchdown en el césped mexicano será también un recordatorio de cómo el deporte puede cruzar fronteras y unir pasiones.









