“¿Los juzgadores deben tener en cuenta los cambios sociales o mantenerse fieles a una interpretación formalista del derecho?”
La filosofía judicial se define como una rama que estudia los fundamentos éticos, políticos y jurídicos del acto de juzgar; es decir, reflexiona sobre cómo deben pensar, decidir y actuar los Jueces en una sociedad cambiante. No se limita solo al contenido de las leyes, sino que indaga en el papel del Juez como figura de poder, justicia e interpretación del derecho.
El derecho es interpretación. Aunque las leyes ofrecen un trazo de acción a los Jueces, los derechos humanos suelen estar formulados de manera amplia, dejando margen para que el intérprete incorpore sus valores y filosofía judicial.
Por ejemplo: la Constitución Mexicana, establece que la educación es un derecho y esta debe ser gratuita, sin embargo, existen las cuotas en las escuelas, pero accediendo a un juicio de amparo, en el que el Juzgador realice una interpretación extensiva de los derechos humanos, se podría acceder al derecho a la educación gratuita de forma absoluta.
Es por ello que la filosofía judicial del intérprete es tan importante. Sería ilusorio pretender que los Jueces sean indiferentes de visiones y valores sobre lo justo e injusto. La filosofía Judicial debe actuar como una brújula, especialmente en casos complejos.
Según Ronald Dworkin define que el derecho es una práctica moral, y que los Jueces deben interpretar la ley con base en principios como la equidad y la justicia.
De cara a la elección del próximo 01 de junio, es indispensable y necesario que los aspirantes expongan abiertamente sus visiones morales y éticas.
Bajo las corrientes filosóficas jurídicas, los postulantes deben explicar si priorizarán las reglas del proceso de manera literal, lógica y sistemática bajo la corriente del Formalismo Jurídico, sin considerar factores externos como la moral, la política o el contexto social; o si será un Juez que adopta un enfoque de realismo jurídico social que pueda interpretar las normas de manera más flexible en favor de grupos vulnerables, o minorías, entendiendo que el derecho no es neutral, sino que opera dentro de un contexto de desigualdad.
Es importante definir si conciben el derecho como un instrumento atónitamente estático, o como un ente de cambio social constante.
Ahora bien, no pretendo reducir la visión de las personas, pero quiero visibilizar el hecho indiscutible que la búsqueda de la igualdad puede resultar el acto democrático y revolucionario más grande de la sociedad.
Desde mi experiencia en la procuración de justicia, siempre he creído que el respeto a los derechos humanos y la igualdad son indispensables para garantizar el acceso a la justicia, y son precisamente estas convicciones las que me inspiran siempre avanzar hacia ese ideal de justicia social que guía mi vocación “Pueblo, patria y corazón”.
Gracias querido amigo









