Cada noviembre, el país revive un ritual comercial que ya forma parte de nuestra memoria reciente: un gran telón rojo que anuncia ofertas, pasillos abarrotados y la promesa de comprar mejor. Este jueves, en la plaza comercial The Park, la CANACO-SERVYTUR inauguró oficialmente El Buen Fin 2025, celebración que alcanza su décimo quinto aniversario y que hoy se consolida como una de las estrategias más influyentes para mover la economía interna, esa maquinaria que solo funciona cuando la gente participa.

Para esta edición, la ciudad respira un aire distinto: la actividad se extenderá un día más de lo habitual y las expectativas hablan de miles de comercios potosinos sumándose al impulso colectivo. La derrama económica estimada crece y con ella la confianza de un sector que, año tras año, encuentra en estas fechas un respiro y una oportunidad para reafirmar su presencia en la vida cotidiana de las familias. No es un simple fin de semana de compras: es el reflejo de cómo una comunidad decide activarse.

Los giros comerciales que marcan la identidad diaria de San Luis —ropa, calzado, abarrotes, restaurantes, servicios de salud, joyería, tecnología— tendrán alta participación, mostrando la mezcla exacta entre tradición y modernidad. Entre las ofertas destacan reducciones considerables de precios, facilidades de pago y otros incentivos que abarcan desde pantallas hasta bienes inmuebles. Es, en esencia, una vitrina amplia donde se cruzan necesidades, anhelos y decisiones financieras.

La ceremonia de apertura reunió a representantes del comercio, del gobierno estatal y municipal, así como de organismos empresariales y defensores del consumidor. Su presencia dio forma a un mensaje común: el fortalecimiento económico requiere la suma de instituciones que, aunque diversas, comparten un mismo objetivo. La plaza, efímeramente convertida en ágora, recordó que las economías locales no se sostienen solas; se construyen entre acuerdos, diálogo y coincidencias.

En ese espíritu, Fernando Díaz de León, presidente de CANACO, recordó que El Buen Fin no es únicamente una temporada de ofertas, sino un acto de compromiso con la economía local. Cada compra hecha en comercios formales sostiene empleos, fortalece a las familias que dependen del comercio y reivindica el valor de lo producido aquí, en tierra potosina. Alienta a la ciudadanía a ser parte de esta dinámica, pero con sensatez: comparar, elegir con cuidado y apostar por productos de calidad.

Así, San Luis Potosí se integra una vez más al esfuerzo nacional por revitalizar el consumo interno. Esta edición de El Buen Fin, más que un estallido de promociones, representa una pausa reflexiva sobre nuestra forma de consumir, de apoyar lo propio y de impulsar el circuito económico que nos sostiene. Es, en última instancia, un recordatorio de que cada compra mueve mucho más que un ticket.