La historia de Isabel Barajas Romero no es solo la de una estudiante destacada, sino la de una joven que entendió temprano que el conocimiento abre puertas más allá de las fronteras. Egresada de la Facultad de Ingeniería de la UASLP, logró un hito poco común: obtener tres títulos profesionales de manera simultánea, un logro que la coloca como referente de esfuerzo académico y ejemplo para la comunidad potosina.
En apenas seis años, Isabel concluyó la carrera de Ingeniería Mecánica Electricista en la UASLP, al mismo tiempo que alcanzó el grado de Bachelor of Arts in Management por la City University of Seattle, además de titularse como Ingeniera Generalista en Francia. Tres credenciales, tres caminos distintos y una sola constante: la disciplina como brújula.
Su estancia en Francia fue quizá el reto más grande. No se trató únicamente de la distancia con su familia, sino del enfrentarse a un idioma y una cultura que exigían adaptación. Aunque contaba con bases en francés, cursar materias técnicas en esa lengua fue, como ella misma recuerda, “volver a aprender”. Sin embargo, la resiliencia y el apoyo de otros estudiantes potosinos que compartían la experiencia hicieron que el desafío se transformara en aprendizaje vital.
Un dato curioso de esta historia es que Isabel no fue la primera en apostar por la movilidad internacional dentro de su familia. Su hermano mayor había abierto el camino al realizar una doble titulación en Estados Unidos, y esa inspiración sembró la idea que más tarde ella convertiría en triple hazaña. A ello se sumó una red de apoyos, desde compañeros en Francia hasta el respaldo constante de sus padres a distancia, que tejieron el suelo firme sobre el que caminó.
Hoy, Isabel aplica esa formación múltiple en proyectos familiares: la construcción de naves industriales y la apertura de una clínica de fisioterapia, donde combina el rigor técnico de la ingeniería con la visión administrativa adquirida en Seattle. Y aunque ya se perfila como pieza clave en el ámbito empresarial local, no descarta regresar a Francia para seguir forjando un futuro internacional.
Su mensaje para las nuevas generaciones es tan sencillo como poderoso: mantener un promedio alto desde el inicio de la carrera, porque las oportunidades dependen de ello, y nunca dudar de uno mismo. “Todo lo que te propongas lo puedes lograr. No tengan miedo de arriesgarse”, afirma, dejando claro que la constancia es, quizá, la titulación más importante que se puede obtener en la vida.









