En el vasto lienzo de la historia humana, el color ha sido tanto símbolo como herramienta: desde los pigmentos que adornaban las cavernas prehistóricas hasta las paletas que definen las tendencias actuales. Hoy, la colorimetría personal se erige como un puente entre la ciencia y el arte, permitiéndonos descubrir los tonos que realzan nuestra belleza natural y reflejan nuestra identidad más profunda.
Determinar el tono de piel es el primer paso en este viaje cromático. La escala de Fitzpatrick, desarrollada en 1975, clasifica la piel en seis tipos según su reacción a la exposición solar, desde la muy clara que siempre se quema hasta la muy oscura que nunca lo hace. Esta clasificación, más allá de su utilidad dermatológica, ofrece una base para entender cómo interactúan los colores con nuestra piel.
La colorimetría personal se basa en identificar el subtono de la piel: cálido, frío o neutro. Las pieles cálidas, con matices dorados o melocotón, resplandecen con colores tierra, amarillos mostaza y verdes oliva. Las pieles frías, con matices azulados o rosados, se realzan con azules marinos, lilas y plateados. Las pieles neutras, equilibradas entre cálido y frío, tienen la versatilidad de lucir bien con una amplia gama de colores, desde el lavanda hasta el borgoña.
Curiosamente, la tendencia actual en el mundo de la belleza ha rescatado el tono cereza, evocando la sensualidad de los años 50. Este color, que combina pigmentos rojos y azulados, favorece a distintos tipos de piel y se adapta a diversos acabados y subtonos, desde el cherry cola hasta el cereza oscuro. Su popularidad refleja una combinación de nostalgia, belleza natural y empoderamiento moderno.
Es esencial recordar que, aunque la colorimetría ofrece una guía, no es una regla rígida. La moda y el maquillaje son formas de expresión personal. Así como un pintor elige sus colores para transmitir emociones, cada individuo puede experimentar y encontrar las combinaciones que mejor representen su esencia.
En las redes sociales, la tendencia #ColorimetríaPersonal ha ganado popularidad, con influencers y expertos compartiendo consejos y transformaciones. Este movimiento no solo promueve el autoconocimiento, sino que también celebra la diversidad y la individualidad en la belleza.