Durante la década previa a la pandemia, el mundo consiguió importantes avances en la lucha contra enfermedades crónicas como el cáncer, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares. Un estudio del Imperial College de Londres, publicado en The Lancet, muestra que entre 2010 y 2019, cuatro de cada cinco países lograron reducir la mortalidad por estas enfermedades, reflejando un progreso global notable.
Los datos de 185 países revelan que entre el nacimiento y los 80 años, 152 naciones lograron disminuir el riesgo de muerte por enfermedades crónicas en mujeres y 147 en hombres. Países de ingresos altos de Europa, América del Norte y el Pacífico mantuvieron reducciones significativas, destacando Corea del Sur en Asia oriental y Dinamarca, Noruega y Suecia en el mundo occidental industrializado.
América Latina y el Caribe también muestran potencial: aunque algunos países enfrentan desafíos, la región cuenta con una población joven y creciente que permite consolidar avances futuros mediante políticas de salud efectivas y mejoras en sistemas sanitarios.
El estudio subraya que la salud global progresa, con ejemplos de innovación y constancia que muestran cómo la disciplina en políticas públicas puede marcar la diferencia. Cada país tiene la oportunidad de acelerar su progreso y transformar la esperanza en resultados concretos.









