Investigadores de distintas disciplinas han desarrollado técnicas capaces de identificar canciones generadas por inteligencia artificial (IA), una respuesta directa al creciente número de producciones musicales creadas sin intervención humana. La meta es clara: proteger los derechos de autor y preservar la autenticidad artística frente a obras que imitan con precisión inquietante la voz o el estilo de artistas reales.
El anuncio se dio en el simposio El arte y la inteligencia artificial, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde expertos en tecnología, derecho y música expusieron los riesgos y posibilidades de la IA en la creación artística. Entre los métodos más efectivos para detectar estas composiciones destacan el análisis espectrográfico, la revisión de patrones armónicos atípicos y el uso de algoritmos inversos capaces de rastrear procesos sintéticos en la producción sonora.
Durante el encuentro, se enfatizó la urgencia de regular el uso de IA en la industria musical, ya que su potencial para falsificar identidades vocales y crear obras apócrifas plantea un desafío ético y legal sin precedentes. También se discutió la inclusión de marcas de agua digitales y la obligación de que los desarrolladores informen qué modelos de IA emplean para generar música.
Los especialistas coincidieron en que la inteligencia artificial, aunque útil como herramienta creativa, requiere reglas claras y supervisión. De lo contrario, el riesgo es que la industria se inunde de producciones artificiales que, bajo el disfraz del talento humano, podrían erosionar la confianza del público y el valor del trabajo artístico.









