Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Daegu Gyeongbuk (DGIST) de Corea del Sur ha desarrollado una batería de litio-metal revolucionaria, equipada con un electrolito de polímero sólido de triple capa que promete transformar la seguridad y la longevidad de estos dispositivos. La innovación clave radica en su capacidad de resistir fuego y explosiones, un avance que podría redefinir la industria de los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía.

El diseño multicapa de esta batería aborda uno de los problemas más críticos de las baterías de litio-metal: la formación de dendritas, estructuras microscópicas de litio que se ramifican y pueden perforar las capas internas, provocando cortocircuitos y aumentando el riesgo de incendios. Las capas externas mantienen contacto constante con los electrodos, mientras que la capa intermedia aporta rigidez estructural, ofreciendo un equilibrio perfecto entre seguridad y funcionalidad.

Además de su resistencia estructural, el electrolito incorpora materiales extintores, como decabromodifenil etano, sal de litio y zeolita, que refuerzan aún más la seguridad frente a sobrecalentamientos y accidentes. Este enfoque integral convierte a la batería en un dispositivo prácticamente invulnerable a los peligros típicos asociados con las tecnologías de litio tradicionales.

Un dato curioso: tras 1000 ciclos de carga y descarga, la batería conserva el 87,9 % de su rendimiento original, mientras que una batería de vehículo eléctrico convencional podría perder entre el 20 y el 30 % en condiciones similares. Esto no solo mejora la confiabilidad de los vehículos eléctricos, sino que también abre la puerta a una vida útil más larga para dispositivos y sistemas de almacenamiento de energía domésticos e industriales.

El Dr. Kim Jae-Hyun, líder del proyecto, señaló que esta innovación “podría hacer una contribución significativa a la comercialización de baterías de metal de litio” y ofrecer “mayor estabilidad y eficiencia” en aplicaciones prácticas. Los expertos destacan que la combinación de durabilidad y seguridad podría acelerar la adopción de energías limpias, al reducir riesgos y costos de mantenimiento.

Con esta batería, la industria tecnológica y automotriz podría entrar en una nueva era, donde la autonomía prolongada de vehículos eléctricos y la estabilidad de sistemas energéticos ya no se vean comprometidas por los problemas tradicionales de las baterías de litio. La promesa de un futuro más seguro y eficiente en movilidad y almacenamiento de energía parece más cercana que nunca.