Por primera vez desde su fundación en 1984, la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca (FEPZH) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí logró un hecho que marcará su historia: académicos de la institución secuenciaron, es decir, descifraron todo el material genético de la bacteria Bacillus siamensis CIS52. Este microorganismo, diminuto pero de enorme potencial, podría transformar la manera en que se protegen los cultivos agrícolas, gracias a sus propiedades como agente de control biológico y promotor de la salud animal.
El doctor Alejandro Hernández Morales, investigador de la Maestría en Ciencias Bioquímicas del Campus Valles, explicó que este hito es el resultado de más de una década de trabajo del grupo de investigación en Agrobiotecnología. Desde 2013, su equipo ha explorado los suelos cañeros de la Huasteca potosina en busca de bacterias capaces de mejorar el crecimiento vegetal y proteger los cultivos de patógenos devastadores. De esos estudios nació la cepa Bacillus siamensis CIS52, una pequeña joya microbiológica con aplicaciones insospechadas.
El hallazgo tiene una raíz profundamente local: las bacterias fueron aisladas de la rizosfera, la franja de tierra que abraza las raíces de la caña de azúcar, cultivo emblemático de la región. Desde ahí, los investigadores comenzaron un largo proceso de identificación y evaluación de su potencial, observando cómo algunas de ellas lograban inhibir el desarrollo de hongos y bacterias dañinas. Lo que comenzó como una observación en campo terminó por convertirse en una investigación científica de alcance nacional.
Este logro también es el fruto del trabajo de la estudiante de posgrado Lucina Hernández Martínez, quien integró el proyecto como parte de su tesis de Maestría en Ciencias Bioquímicas. Ella detalló que la investigación apunta a desarrollar una alternativa sustentable para combatir plagas sin recurrir a pesticidas convencionales. El resultado fue un compuesto biológico sin precedentes en el mercado agroindustrial, diseñado para aplicarse durante la siembra y proteger los cultivos sin dañar el equilibrio ambiental.
El equipo científico comprobó que este compuesto, basado en el Bacillus aislado de los suelos huastecos, contiene un agente biológico capaz de actuar directamente sobre las plagas agrícolas. Tras múltiples fases de caracterización, lograron completar la secuenciación del genoma de la bacteria, un paso que permite comprender su funcionamiento a nivel molecular y potenciar su uso en el campo.
El trabajo, recientemente publicado en una revista científica internacional, consolida a la FEPZH y a la UASLP como referentes en la investigación genómica del país. Para la comunidad universitaria, no se trata solo de un avance técnico, sino de una conquista simbólica: una muestra de que desde el corazón de la Huasteca se puede generar ciencia con impacto global.








