La Selección Mexicana confirmó un amistoso de alto perfil ante Portugal para el 28 de marzo de 2026, encuentro que marcará la reapertura del renovado Estadio Azteca, ahora llamado Estadio Banorte por motivos de patrocinio. El anuncio devolvió al histórico recinto al centro de la conversación pública, como si cada ladrillo hubiera recuperado su antiguo pulso futbolero.
El partido funcionará como un preludio del Mundial 2026 y simbolizará un hito para la arquitectura deportiva del país. El Azteca se convertirá en el primer estadio del mundo en recibir tres ediciones de la Copa del Mundo, condición que confirma su peso histórico en el imaginario global del fútbol.
Las obras de remodelación iniciadas en 2024 transformaron su interior sin alterar su aura. Nuevas butacas, zonas VIP modernizadas y un césped renovado conforman un recinto dispuesto a responder a los estándares internacionales exigidos para el torneo. Cada ajuste técnico busca que el coloso de Santa Úrsula llegue con rostro nuevo a su cita con la historia.
La presencia de Cristiano Ronaldo, si es convocado, añadiría un matiz irrepetible. Sería la primera vez que el delantero portugués dispute un encuentro con su selección en territorio mexicano, un acontecimiento que incrementa el interés del público y convierte el amistoso en un espectáculo doble: deportivo y simbólico.
La Federación Mexicana de Fútbol confirmó que este partido forma parte de la ruta de preparación hacia el Mundial, junto con otro encuentro frente a la selección de Bélgica. Ambos duelos permitirán evaluar a México en un momento crucial, cuando el calendario internacional empieza a estrecharse y los equipos afinan su identidad de juego.
