En Villa de Pozos, el llamado a los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad vuelve a tomar forma en un trámite cargado de historia cívica: la Cartilla del Servicio Militar Nacional. El Gobierno Municipal, a través de la Junta Municipal de Reclutamiento, recordó que este documento no solo es un requisito administrativo, sino una llave que abre puertas educativas, laborales y personales, marcando un rito de paso que ha acompañado a generaciones enteras.
Jaime Cárdenas Robledo, titular de la Junta, explicó que la Clase 2007 y los jóvenes remisos tendrán un proceso particular este año, pues quedan exentos del tradicional sorteo. En lugar de ello, deberán encuartelar su media cartilla durante los fines de semana de enero del 2026, en esas mañanas en que la ciudad se mueve despacio, casi como si también celebrara un pequeño acto solemne.
El funcionario adelantó que el cierre de este trayecto llegará en diciembre del 2026, cuando la entrega y liberación de cartillas se realice nuevamente en fines de semana y en el mismo horario matutino. Aseguró que acudir con identificación y documentos en orden permitirá un proceso ágil, casi ritual en su puntualidad, como se acostumbra en este tipo de trámites.
En su invitación, Cárdenas Robledo hizo un llamado directo a la responsabilidad de los jóvenes: no dejar que las fechas se escurran entre las manos. Porque cumplir con la cartilla es, en cierto modo, una forma de participar en la memoria colectiva del municipio, un gesto sencillo que enlaza a la juventud actual con quienes lo hicieron antes.
Así, entre calendarios que se aproximan y generaciones que siguen su curso, Villa de Pozos prepara otro capítulo en esta tradición civil. El trámite sigue siendo un recordatorio de pertenencia y de transición, un pequeño puente entre la adolescencia y la vida adulta que continúa marcando la identidad comunitaria.









