La historia de un estado también se escribe con gestos que parecen pequeños, pero que cambian rutas completas. Así ocurre con la Tarjeta Joven, un programa que no sólo se expande geográficamente: se despliega como una red viva que enlaza a la juventud potosina con oportunidades concretas, casi como si cada entrega fuera un capítulo nuevo en la crónica social de la entidad. Desde la capital hasta los pueblos más apartados, este proyecto avanza con un ritmo decidido que recuerda a las mejores épocas de construcción comunitaria.

En la voz del titular del Inpojuve, Jesús Adolfo Rubio Velázquez, se adivina esa intención de fondo: la Tarjeta Joven nació en la capital, pero hoy respira en más municipios gracias al trabajo coordinado que ha permitido llevar beneficios exclusivos, apoyos y nuevas alternativas a miles de jóvenes. La expansión ya alcanza la Región Media, donde incluso puede solicitarse mediante un número local y se programan visitas a planteles educativos para facilitar su entrega, como quien lleva un puente directamente a las manos de quien lo necesita.

Pero es en la Huasteca donde el programa ha tomado un cariz simbólico. La reciente puesta en marcha en Ciudad Valles marca un punto de quiebre: en una primera etapa, estudiantes de la ENESMAPO plantel 02 recibieron su tarjeta, un acto sencillo que, sin embargo, abre puertas a redes de empleo, educación y emprendimiento. En un contexto donde la movilidad social suele parecer un misterio burocrático, esta tarjeta funciona como llave para ingresar a un ecosistema más amplio y conectado.

Detrás de esta estrategia se encuentra una apuesta mayor: entrelazar a jóvenes con comercios locales, pequeñas y medianas empresas e instituciones educativas, trazando una red que beneficia a ambos lados. Los descuentos, becas, promociones y tarifas preferenciales no son simples incentivos; constituyen la manera en que un estado reconoce el valor social y económico de su población juvenil, y lo hace con una mirada integral que abarca las cuatro regiones.

La entrega en Ciudad Valles confirma justamente esa presencia total. Y no se detiene: las siguientes jornadas llegarán a Tamazunchale, Xilitla, Ciudad Fernández y Rioverde, ampliando la cobertura territorial de un programa que ya acompaña a miles de jóvenes. Más de 17 mil potosinos cuentan hoy con la tarjeta y disfrutan beneficios en negocios locales, cadenas nacionales e incluso establecimientos internacionales, sin olvidar restaurantes, tiendas de mascotas y clínicas veterinarias. En otras palabras, un mapa nuevo de accesos se dibuja cada día.

Para quienes buscan tramitarla en la Huasteca Potosina, el proceso mantiene requisitos claros que permiten validar el registro. Las personas mayores de edad deben presentar copia de INE, CURP y comprobante de domicilio; los menores, la INE de su padre o tutor junto con CURP y un comprobante de domicilio. La oficina regional en Ciudad Valles —ubicada en la Calle Morelos 104, interior 9— funge como punto de encuentro donde este movimiento juvenil toma forma. Y con cada solicitud, el programa sigue expandiendo su propia narrativa histórica dentro del estado.