En Salinas, donde el horizonte parece extenderse como un campo de juego sin límites, la educación y el deporte acaban de encontrarse en un mismo propósito. La Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE) y la Escuela de Fútbol del Atlético de San Luis (ADSL) firmaron un convenio de colaboración que abrirá las puertas de la Escuela Oficial del club a niñas y niños del municipio, ofreciéndoles una oportunidad única para formarse no solo como deportistas, sino como ciudadanos con valores y sueños compartidos.
El titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, destacó que este acuerdo responde al compromiso de brindar una educación verdaderamente integral, una que no se limite a las aulas, sino que también fomente el desarrollo físico y emocional de la niñez potosina. En esta nueva etapa, los estudiantes de educación básica tendrán acceso a descuentos especiales, como parte de la instrucción del Gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien ha impulsado programas que vinculan la formación académica con el bienestar social.
El convenio no es solo una formalidad: es un puente entre la enseñanza y el juego, entre el esfuerzo y la alegría. Bajo la metodología de entrenamiento del Atlético de San Luis, las y los pequeños futbolistas aprenderán más que tácticas y pases; descubrirán los valores que dan sentido al deporte: la disciplina, la perseverancia y el respeto. En el césped, cada movimiento se convierte en una lección de vida, cada derrota en una oportunidad, y cada victoria en una prueba de carácter.
Esta alianza permitirá también detectar y potenciar el talento local, abriendo la posibilidad de que jóvenes promesas del fútbol encuentren un camino de crecimiento personal y profesional. Pero más allá del rendimiento deportivo, el objetivo es fortalecer la unión familiar, ese lazo invisible que une a padres, madres e hijos alrededor del entusiasmo compartido por el balón y la ilusión de representar a su municipio.
En un tiempo donde el deporte vuelve a ser refugio y escuela, la iniciativa de la SEGE y el Atlético de San Luis demuestra que la educación puede vestirse con camiseta y número, correr bajo el sol y aprender del juego tanto como de los libros. Porque educar —al fin y al cabo— es enseñar a vivir, a convivir y a soñar con los pies en la tierra y la mirada puesta en el horizonte.
Lo que comienza en una cancha de Salinas puede convertirse en el punto de partida de muchas historias. Historias donde el balón enseña tanto como la palabra, y donde la niñez potosina aprende que el esfuerzo, dentro y fuera del aula, siempre encuentra su recompensa.









