Xantolo busca rango constitucional como patrimonio vivo de San Luis Potosí

El espíritu del Xantolo, esa festividad que une el pulso de los vivos con el murmullo de los muertos, podría convertirse en patrimonio constitucional de San Luis Potosí. La diputada Frinné Azuara Yarzábal presentó una iniciativa de reforma para reconocer esta celebración huasteca como patrimonio cultural inmaterial del Estado, asegurando su salvaguarda, promoción, investigación y transmisión a las futuras generaciones.

Con esta propuesta, el Congreso potosino no solo reforzaría la declaratoria vigente de patrimonio cultural inmaterial, sino que elevaría su reconocimiento al más alto nivel jurídico: el constitucional. Esto implicaría que el Estado estaría obligado a garantizar su preservación como un derecho cultural de las y los potosinos, protegiendo así una de las expresiones más profundas y significativas de la identidad huasteca.

Azuara Yarzábal subrayó que, en tiempos donde la globalización borra fronteras y uniforma tradiciones, es tarea del Estado mantener vivas las raíces que dan sentido a las comunidades. En su adenda de reforma al artículo 10 de la Constitución local, la legisladora propuso incluir de manera explícita el reconocimiento del Xantolo como patrimonio inmaterial del Estado, asegurando mecanismos concretos de protección y difusión.

El Xantolo —afirma la diputada— es un “fenómeno cultural total”, que entrelaza cosmovisión, ritual y arte. Durante esta festividad, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se levanta para permitir el reencuentro familiar; los altares se llenan de flores de cempasúchil, pan, fruta y platillos típicos, mientras las danzas de los Malinches y los Viejitos dan vida a la memoria colectiva de los pueblos huastecos.

Más allá del rito, la celebración es un acto de cohesión social. Comunidades enteras se organizan para levantar ofrendas, tallar máscaras y compartir la música del huapango que vibra en cada plaza. En ese intercambio generacional se transmiten valores, saberes y el orgullo de pertenecer a una región cuya identidad florece cada noviembre.

La iniciativa fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales para su análisis. De aprobarse, el Xantolo no solo sería una fiesta preservada por decreto, sino un derecho cultural protegido por ley, un legado vivo que seguiría recordando, año con año, que en la Huasteca potosina los muertos nunca se van del todo.

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