Un nuevo capítulo en la movilidad urbana se escribe en México. Tras una decisión judicial, Uber podrá operar en los aeropuertos del país sin que sus conductores enfrenten detenciones por parte de las autoridades, al menos mientras se resuelve el juicio de amparo que interpuso la empresa. La resolución abre la puerta a un flujo más fluido de transporte en las terminales aéreas, marcando un precedente relevante para la regulación de plataformas digitales en el país.
La suspensión definitiva de la norma que prohibía la operación de Uber en zonas federales aeroportuarias representa un alivio para los conductores que realizan traslados con la aplicación. La compañía subrayó que esta medida no solo protege a quienes prestan el servicio, sino que también beneficia a los usuarios que dependen de opciones de transporte confiables y seguras al llegar o salir del país.
En su comunicado, Uber expresó confianza en que esta suspensión se traduzca en una resolución definitiva que consolide su derecho a operar, y exhortó al Congreso a legislar sobre el transporte digital en aeropuertos. La empresa ve en esta regulación una oportunidad para fortalecer el ecosistema turístico nacional e internacional, especialmente en un año de gran relevancia para México.
La decisión cobra especial importancia de cara al Mundial de Fútbol 2026, que se celebrará de manera conjunta entre México, Estados Unidos y Canadá. Con más de setenta aeropuertos involucrados, Uber se prepara para ofrecer un servicio eficiente y seguro, facilitando la movilidad de turistas y aficionados durante uno de los eventos deportivos más importantes del planeta.
Especialistas destacan que la medida también abre un debate sobre la modernización del transporte público y privado en infraestructura aeroportuaria, equilibrando los intereses de empresas, usuarios y autoridades, mientras se adapta a nuevas formas de movilidad digital que han transformado la vida urbana en todo el mundo.
Así, la operación de Uber en aeropuertos mexicanos se convierte en un símbolo de cómo la tecnología y la regulación pueden encontrarse para ofrecer soluciones que conecten personas, ciudades y experiencias, anticipando un futuro donde la movilidad sea más flexible y accesible para todos.









