Desde el Vaticano, el papa León XIV envió un mensaje de cercanía y esperanza a las comunidades mexicanas afectadas por las recientes inundaciones y deslaves. Su mensaje, lleno de afecto y oración, busca transmitir fortaleza y aliento a quienes enfrentan este momento de desafío.
El pontífice destacó la importancia de la solidaridad y la unidad frente a la adversidad, alentando a que la cooperación entre vecinos, autoridades y voluntarios sea el motor para la recuperación y la reconstrucción de los municipios más afectados.
En su mensaje, León XIV recordó que la fe y la esperanza son herramientas fundamentales para superar la adversidad. “Estoy cerca con afecto de las poblaciones del este de México y rezo por las familias, por la fortaleza y la resiliencia de cada persona”, expresó el papa, subrayando la capacidad de las comunidades para levantarse tras la tormenta.
Veracruz y Hidalgo, los estados más impactados, han recibido apoyo inmediato de autoridades y cuerpos de rescate, desplegando esfuerzos conjuntos que buscan garantizar la seguridad, restaurar servicios y acercar ayuda a todos los rincones afectados. Este despliegue refleja la coordinación y compromiso de México con sus ciudadanos.
Miles de militares, marinos y voluntarios trabajan día y noche para brindar asistencia, reforzando la idea de que, incluso en la adversidad, la colaboración y la generosidad humana permiten transformar los retos en oportunidades de unión y reconstrucción.
En un país donde la fe católica es un vínculo profundo, el mensaje del papa resalta la fuerza de la esperanza y la solidaridad. La catástrofe, aunque dolorosa, se convierte en un recordatorio de la capacidad de México para unirse, apoyarse mutuamente y mirar hacia el futuro con optimismo.









