En la historia de los gestos humanos, algunos son simples y otros se convierten en símbolos. Este jueves, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, la Secretaría de las Mujeres e Igualdad Sustantiva (Semujeres) impulsó una iniciativa que trasciende lo cotidiano: la campaña “Dona Tu Cabello”, realizada en coordinación con la fundación “Carpe Diem”. Cada mechón recolectado se transformará en pelucas que devuelven a las mujeres un pedazo de sí mismas, un reflejo de su dignidad y fortaleza.
Lo notable de esta acción es su sencillez y al mismo tiempo su profundo impacto. Niñas, adolescentes y mujeres llegaron con entusiasmo a entregar un fragmento de su identidad, un cabello que será puente entre la pérdida y la confianza recuperada. Cada corte gratuito, ofrecido por estilistas voluntarios, se convierte en una metáfora del cuidado colectivo, donde la comunidad responde al sufrimiento con creatividad y afecto.
Gloria Serrato Sánchez, encargada de despacho de Semujeres, subrayó que la iniciativa no solo busca acompañar a quienes enfrentan el tratamiento oncológico, sino también generar conciencia sobre la importancia de la solidaridad cotidiana. En un mundo a menudo saturado de noticias difíciles, un gesto tangible de apoyo adquiere un valor casi ritual: reafirma la humanidad compartida y la esperanza.
El acto de donar cabello, aunque simple, se inserta en una narrativa más amplia de resistencia y resiliencia. Cada peluca simboliza la lucha contra la invisibilidad que el cáncer puede imponer, y al mismo tiempo empodera a quien la recibe, recordándole que su historia no se define por la enfermedad, sino por la red de cuidado que la rodea.
Más allá de la logística, la campaña refleja una verdad elemental: los gestos pequeños tienen un eco gigante. Mientras el cabello se corta, se cose y se entrega, se construye una comunidad capaz de transformar la adversidad en solidaridad tangible. La belleza de esta acción reside en su doble poder: es estética y profundamente humana.
En suma, “Dona Tu Cabello” no es solo una campaña; es un acto de memoria, empatía y esperanza, donde cada participante se convierte en narradora de un relato colectivo. En cada mechón, la ciudad de San Luis Potosí celebra la fuerza femenina, la generosidad y la convicción de que incluso los gestos más sencillos pueden cambiar vidas.









