Cada octubre, San Luis Potosí se convierte en una sala oscura donde la imaginación se enciende. El Festival de Cine UASLP celebra su octava edición del 6 al 10 de octubre, y lo hace con la madurez de quien ha crecido junto a su público. Más que un evento, este festival se ha vuelto una cita con la memoria y el porvenir: un punto de encuentro entre creadores, académicos y soñadores que encuentran en el séptimo arte un espejo de su tiempo.
Este año, la Secretaría de Difusión Cultural, encabezada por Cynthia Valle Meade, ha logrado reunir a 25 invitados especiales, entre directores, talleristas, actores y actrices. La presencia de Joaquín Cosío —quien ofrecerá una master class—, junto con la proyección de Sujo, la cinta premiada de Fernanda Valadez, confirma que el festival busca no solo entretener, sino formar espectadores críticos y sensibles. A ello se suma la entrega del Premio Peyote a Luis Estrada, el provocador director que retrató con mordaz ironía los claroscuros del país.
El traslado de la sede principal al Centro Cultural Universitario Bicentenario marca una nueva etapa. “Es un reto y una oportunidad”, explicó Valle Meade, aludiendo a la posibilidad de que el festival trascienda el ámbito local y alcance resonancia nacional. Y es que el cine, cuando encuentra espacios de encuentro, deja de ser industria para convertirse en cultura viva, en diálogo constante con la sociedad que lo mira.
La celebración se extiende más allá de las pantallas. La exposición fotográfica dedicada a Matilde Landeta —pionera del cine mexicano— y la charla de la doctora Consuelo Patricia Martínez Lozano son parte de un tejido que rescata voces olvidadas. Gabriela Hernández, directora de Radio y Televisión Universitaria, recordó que el programa Lumbreras, con más de cincuenta entrevistas, ha sido “una colección maravillosa de historias” que hoy viajan desde la radio hasta el ámbito nacional, multiplicando el eco del festival.
El compromiso con la identidad potosina también se refleja en la selección de cortometrajes locales, curados por Martha Márquez. “El cine cuenta nuestras historias”, dijo, destacando que los trabajos potosinos podrán verse en la plataforma nuestrocine.mx, alcanzando una visibilidad latinoamericana. Esta expansión digital confirma que la UASLP no solo produce cultura: la comparte con el mundo.
Finalmente, el festival toma el camino y sale de la capital. En Ciudad Valles y Matehuala habrá talleres, funciones al aire libre y proyecciones que suman a la fiesta cinematográfica una dimensión comunitaria. Desde la mañana hasta la noche, los días se llenarán de luces, música y conversaciones. Así, el Festival de Cine UASLP se reafirma no solo como un evento cultural, sino como un gesto de amor por el arte y por la gente que lo hace posible.









