La Secretaría de Salud de México ha emitido un llamado urgente para priorizar la lactancia materna dentro de la política pública nacional, señalándola como una de las estrategias más efectivas para garantizar la salud y bienestar de la población desde el primer día de vida. Durante la reciente Reunión Nacional Estratégica de Lactancia Materna, el titular David Kershenobich enfatizó que el reto es pasar de una atención médica reactiva a una prevención integral que coloque a la lactancia en el corazón del sistema.
El secretario subrayó la importancia crítica de los primeros 1,000 días de vida, donde la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses provee beneficios invaluables: no solo aporta todos los nutrientes necesarios, sino que también fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad y la hipertensión. Sin embargo, México aún no alcanza los niveles recomendados, lo que obliga a diseñar acciones concretas y viables en los próximos cinco años.
Entre las medidas que se han planteado destaca la expansión de lactarios en espacios públicos y laborales, así como la defensa y protección de los derechos de las madres para amamantar en entornos seguros y libres de discriminación. El subsecretario Ramiro López Elizalde lanzó una dura autocrítica sobre cómo la desinformación y la publicidad agresiva han socavado la práctica natural de la lactancia, señalando que cada bebé que no recibe lactancia exclusiva incrementa su riesgo de padecer problemas respiratorios y obesidad, mientras que las madres pierden protección contra varios tipos de cáncer.
Las autoridades plantean compromisos inmediatos para cambiar esta realidad: fortalecer la Iniciativa Hospital Amigo del Niño y la Niña, capacitar al personal médico continuamente y promover campañas nacionales que posicionen la lactancia como un derecho humano y un valor social. En pocos días se presentará la Estrategia Nacional de Lactancia Materna 2025-2030, que se dará a conocer durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
Teresa Ramos Arreola, directora del Centro Nacional de Equidad de Género, Salud Sexual y Reproductiva, destacó que amamantar es mucho más que un acto individual: es un símbolo de bienestar, salud y equidad, que requiere apoyo colectivo, reconocimiento social y entornos respetuosos para prosperar. Las decisiones y políticas actuales definirán el futuro de miles de familias mexicanas.
Esta urgencia nacional para posicionar la lactancia materna en el centro de la política pública no solo habla de salud, sino de justicia social y de una apuesta decidida por un país más sano y equitativo. En un momento donde la salud preventiva debe ser prioridad, redescubrir el poder de la lactancia es también redescubrir nuestra responsabilidad como sociedad.









