¿Auto, bicicleta o patín eléctrico? Así se comparan costos, salud y movilidad en México

En un país marcado por congestión vial y altos costos de transporte, elegir entre un automóvil, bicicleta eléctrica, patín o scooter puede transformar tanto tu bolsillo como tu bienestar. Usar un auto implica gastos fijos elevados: combustible, mantenimiento, seguro, estacionamiento y ocasionalmente aceite o filtros. En comparación, un scooter eléctrico cuesta entre 0.50 y 1 peso por kilómetro, mientras que la energía usada para cargarlo es mínima y mucho más barata que llenar un tanque.

Las bicicletas eléctricas en México comienzan en alrededor de 10 000 pesos y pueden llegar a 17 000 o más según modelo y autonomía. Ofrecen ahorro en combustible y mantenimiento, y fomentan salud cardiovascular al requerir pedaleo asistido. Sin embargo, tienen autonomía limitada (30 a 60 km por carga), baterías con vida útil de pocos años y peso considerable, lo que dificulta su transporte o subida de escaleras.

Por su parte, los scooters y patines eléctricos son opciones aún más accesibles para trayectos urbanos cortos (hasta 15 km), con bajo costo operativo y sin necesidad de combustible ni licencia. No obstante, su uso legal todavía está en debate: en la Ciudad de México, por ejemplo, se está contemplando exigir placas, casco y registro si superan los 25 km/h. En la práctica, muchos usuarios en México circulan sin licencias ni placas, aprovechando el vacío legal actual.

La bicicleta tradicional sigue siendo la opción más limpia y económica: no requiere carga ni mantenimiento eléctrico y su huella de carbono es mínima. Además, el ciclismo urbano aporta beneficios probados: reduce mortalidad, combate el estrés y refuerza la salud general. Los sistemas públicos como Ecobici permiten recorrer la ciudad por una tarifa anual accesible (desde 545 pesos) y facilitan rutas seguras por ciclovías.

En resumen, usar bicicleta eléctrica o patín permite ahorro, movilidad ágil en el tráfico y beneficios físicos, aunque dependen de una batería que se degrada y de infraestructura limitada. El automóvil tiene mayor autonomía y protección, pero representa un alto costo. Y la bici tradicional, aunque exige esfuerzo, es la más sostenible. La elección ideal depende de tu ruta diaria, presupuesto y disposición física: ¿qué valoras más, velocidad, salud o economía?

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