Te están cobrando de más y no lo sabías: Profeco lanza advertencia a comercios

En un país donde el uso de tarjetas bancarias se ha vuelto tan común como el saludo al entrar a una tienda, pocos consumidores se detienen a cuestionar un cobro extra que parece menor, pero que en realidad es ilegal. Durante la conferencia presidencial de este lunes 28 de abril, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dejó en claro que ningún comercio tiene derecho a trasladar al cliente la comisión por pagar con tarjeta. Y si lo hacen, deben ser denunciados.

Iván Escalante, titular de la Profeco, fue enfático al recordar que esta práctica contraviene lo dispuesto por la Ley Federal de Protección al Consumidor. En otras palabras: si un restaurante, tienda o farmacia te quiere cobrar más por usar tarjeta, está rompiendo la ley. Y tú, como consumidor, tienes el derecho de negarte… y de exigir que se respete lo establecido.

El mensaje es claro: las comisiones que los bancos cobran por el uso de terminales deben ser absorbidas por los negocios, no por quienes compran. No se trata de un capricho burocrático, sino de proteger la economía del consumidor, en un contexto donde cada peso cuenta. Las propinas forzosas, la negativa a emitir notas o facturas, y los cobros disfrazados de “requisitos” comerciales también entran en esta categoría de abusos.

Pero más allá de la advertencia legal, el llamado fue a la acción ciudadana. Escalante exhortó a las y los consumidores a reportar cualquier cobro indebido. Las denuncias son la vía más directa para que la Profeco actúe con operativos y sanciones. Y es, también, una forma de hacer valer la ley desde la cotidianidad.

Este tipo de prácticas, tan normalizadas en la vida diaria, no deben seguir viéndose como “parte del trato”. El respeto al consumidor inicia desde lo más básico: pagar solo lo justo. Si un negocio no puede asumir sus costos operativos, no debe trasladárselos al cliente bajo la mesa.

En una sociedad que todavía batalla por afianzar una cultura de consumo justo, denunciar no es solo un acto personal, es un acto público. Profeco no puede estar en cada esquina, pero cada ciudadana y ciudadano sí puede alzar la voz. No se trata solo de proteger tu bolsillo, sino de hacer comunidad desde la exigencia de lo correcto.

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