Investigadora potosina transforma la ingeniería médica

Hay viajes que no solo cruzan océanos, sino que abren brechas en la frontera del conocimiento. María Lisseth Flores Cedillo, docente e investigadora del Instituto Tecnológico Superior de San Luis Potosí, se encuentra actualmente en una estancia de investigación en Madrid, donde, desde el prestigioso Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), trabaja en una línea que bien podría marcar un antes y un después en la medicina del futuro: la impresión 3D bioactiva.

Su proyecto, tan técnico como poético en sus fines, busca desarrollar filamentos inteligentes que optimicen la respuesta biológica en aplicaciones médicas. En palabras más tangibles, se trata de crear biotintas y biomateriales capaces de formar, capa a capa, tejidos u órganos que, en un mañana no muy lejano, podrían salvar o transformar vidas humanas. Esta investigación no es ciencia ficción: es ciencia viva, empujada por mentes que, como la de Lisseth, entienden que el conocimiento no es solo acumulación de datos, sino posibilidad de curar, regenerar y devolver esperanza.

La estancia, que se extiende del 11 de junio al 18 de julio, no solo es un logro individual, sino un reflejo del compromiso colectivo. La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado ha subrayado que este tipo de iniciativas son resultado del apoyo sin límites impulsado por la administración del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, cuyo enfoque en el desarrollo científico y tecnológico empieza a dar frutos visibles. San Luis Potosí no solo exporta talento: cultiva vocaciones que vuelven con saberes que transforman.

En Madrid, la investigadora potosina no está sola: lleva consigo la historia de una institución pública, la de un estado que apuesta por la ciencia, y la de cientos de jóvenes que ven en ella el espejo de lo posible. Lo suyo no es solo una estancia académica, sino una travesía intelectual con ecos en la medicina regenerativa, la ingeniería de tejidos, y las nuevas tecnologías que entretejen cuerpos y máquinas.

¿Sabías que…? La impresión 3D de biomateriales ha evolucionado tanto que ya existen prótesis, vasos sanguíneos, piel artificial e incluso estructuras cardiacas creadas con biotintas. Estos avances no son únicamente materia de laboratorios futuristas: investigadoras como Lisseth Flores llevan esas técnicas a entornos públicos, abriendo la puerta a una medicina más accesible, personalizada y ética.

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