La edición 2025 de la Guía Michelin  dejó claro, una vez más, que México no es solo un destino turístico, sino una potencia gastronómica capaz de competir con las grandes tradiciones culinarias del mundo. En una ceremonia celebrada en el corazón de la capital, se reconocieron 21 restaurantes mexicanos con Estrella Michelin, una cifra que no solo eleva la cocina mexicana, sino que también afirma el liderazgo de la Ciudad de México en esta disciplina.

El evento, cargado de simbolismo, fue encabezado por Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura de la CDMX, quien, al tomar la palabra, subrayó la importancia de la cocina mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. «Mientras más fuertes sean sus raíces, más grandes crecerán sus alas», dijo en un emotivo discurso, destacando la esencia misma de la cocina mexicana: una fusión de tradición, biodiversidad y un profundo respeto por las raíces locales. Las semillas criollas que crecen en la milpa fueron evocadas como el alma misma de un proceso culinario que, lejos de perderse en la modernidad, se reinventa constantemente.

Entre los grandes triunfadores de la noche se encuentran dos de los templos más venerados de la alta cocina mexicana: Pujol y Quintonil, ambos con dos Estrellas Michelin. Estos restaurantes han logrado lo que muchos consideran el culmen de una carrera culinaria: no solo haber sido reconocidos, sino también haber alcanzado una coherencia inquebrantable entre lo contemporáneo y lo autóctono, entre la alta cocina y la identidad nacional. Su propuesta culinaria, que juega con ingredientes endémicos y técnicas vanguardistas, establece nuevos estándares de excelencia, pero también reafirma la idea de que la alta cocina puede y debe ser profundamente mexicana.

Por otro lado, el reconocimiento de nuevas Estrellas Michelin también trajo consigo la inclusión de establecimientos como Fugaz, de Guiseppe Lacorazza, quien, desde su joven pero prometedora carrera, ha dejado huella en la CDMX. Además, los restaurantes Masala y Maíz, Máximo y Expendio de Maíz fueron destacados, consolidando la Ciudad de México como un campo de experimentación donde lo tradicional y lo innovador coexisten en una danza perfecta. Desde la alta cocina de autor hasta las raíces del maíz, la diversidad de propuestas galardonadas refleja la capacidad del país para reinventar sus propios productos.

No menos importante fue la inclusión de la Estrella Verde Michelin, un reconocimiento a aquellos establecimientos que lideran la sostenibilidad y la responsabilidad ecológica. Este año, Baldío en la CDMX y Olivea en Baja California se unieron a esta selecta lista, demostrando que la alta cocina no solo puede ser deliciosa, sino también responsable con el medio ambiente. La sostenibilidad, a través del respeto por la biodiversidad y el uso de ingredientes orgánicos y locales, se ha convertido en una tendencia en crecimiento en la gastronomía mundial, y México, como líder en biodiversidad, tiene mucho que ofrecer en este terreno.

Datos curiosos: Aunque las Estrellas Michelin son sinónimo de prestigio y excelencia, hay un dato fascinante sobre la Guía Michelin: a pesar de su enorme influencia, en sus primeros años, esta guía no se preocupaba tanto por la gastronomía, sino que era una publicación enfocada en promover el turismo y las ventas de neumáticos. Su giro hacia la alta gastronomía comenzó casi por accidente, y hoy, más de un siglo después, las Estrellas Michelin son uno de los galardones más codiciados en la industria culinaria global. Además, el restaurante que más Estrellas Michelin ha acumulado en el mundo es el legendario «Noma», en Dinamarca, con un total de 3 Estrellas, un honor que sólo unos pocos privilegiados han logrado alcanzar.