El 5 de mayo evoca el orgullo y la valentía de México al rememorar la victoria del ejército mexicano sobre el invasor francés en la Batalla de Puebla de 1862. Más allá de un simple festejo, esta fecha simboliza la resistencia de un pueblo que defendió su soberanía con ingenio y coraje, y que, con el paso de los años, ha convertido esta conmemoración en un mosaico vibrante de tradiciones.
En San Luis Potosí y en distintas ciudades del país, las plazas se llenan de color con desfiles de bandas municipales y danzas folklóricas que muestran la riqueza regional. Talleres de artesanía invitan a crear alebrijes y bordados típicos, mientras mercados y ferias ponen al alcance artesanías y productos locales, generando un ambiente de fiesta comunitaria donde las familias comparten música y aprendizajes sobre nuestras raíces.
La gastronomía se alza como protagonista: el mole poblano, con su mezcla de chiles, especias y chocolate, representa la fusión de sabores prehispánicos y españoles. A su lado, los chiles en nogada despliegan los colores de la bandera nacional en un platillo que combina ingredientes frescos y salsas cremosas. Cada bocado es un recorrido por la historia culinaria de México, donde decenas de variedades de mole –del verde al negro– narran leyendas de pueblos y cocineras tradicionales.
Datos curiosos
Aunque el Cinco de Mayo no es día festivo oficial en todo el territorio nacional, Puebla y Veracruz lo han convertido en un imán turístico que atrae a miles de visitantes. En Japón existen restaurantes especializados que ofrecen menús conmemorativos de mole y tequilas artesanales, demostrando el alcance global de esta tradición. Asimismo, la palabra “mole” proviene del náhuatl “mōlli”, que significa salsa o guiso.
En Estados Unidos, el Cinco de Mayo adquirió popularidad a mediados del siglo XX como una forma de celebrar la herencia mexicana y fomentar el orgullo chicano. Para la comunidad mexicano-estadounidense es un momento de reafirmar la identidad cultural a través de desfiles, conciertos al aire libre y festivales gastronómicos. Fuera de los barrios latinos, muchos estadounidenses adoptaron la fecha como excusa para disfrutar de música mariachi, bailar jarabe tapatío y degustar tacos y margaritas, aunque a veces lo confunden con el Día de la Independencia de México. Esta celebración ha trascendido como un puente cultural que une sabores, ritmos y tradiciones de ambas naciones.